En la vida hay decisiones que no podemos tomar a la ligera. Como cuando decidimos tener relaciones por primera vez, o cuando tomamos la decisión de vivir con la pareja o casarse. Así de grande e importante es la elección de adquirir tu primer juguete sexual.
Seguro te estarás preguntando si de verdad se trata de una elección importante en tu vida, y déjame decirte que, al menos en cuanto a tu vida sexual se refiere, vaya que lo es.
Adquirir un juguete sexual no consiste simplemente en comprar un artículo de uso sexual (personal o compartido) y nada más. Elegir y apropiarse de una herramienta erótica que tendrá la capacidad de impactar de muchas maneras favorables en la forma como vives y disfrutas de tu erotismo y sexualidad, definitivamente es una experiencia que trae implícito un proceso de empoderamiento, autoconocimiento y autoconfianza.
Tener un juguete sexual habla de ti y tu relación contigo y tu erotismo, y se vuelve importante elegirlo a conciencia cuando te das cuenta de que, después de todo, se trata de tomar el control de tu placer y disfrutar plenamente de tu deseo íntimo sin tabúes, sin prejuicios y sin vergüenza. Libre y dueña de tu cuerpo, como siempre has sido.
La masturbación es el principio de todo, nos permite averiguar qué y cómo nos gusta antes de siquiera entregar lo que no sabemos que hay. Esa autoexploración de ti misma es un proceso alucinante que se trata de descubrir tu propio placer, un placer complejo y sofisticado en tu propio cuerpo.
En el momento en el que te exploras y dibujas tu propio mapa de sensaciones, deseos e intenciones claras y precisas (pero que no dejan de sorprenderte cada vez que te exploras), es cuando vas armándote de la confianza y seguridad para tomar la decisión de abrirte hacia la búsqueda de nuevas experiencias.
Y, ojo, no estoy hablándote de buscar pareja sentimental o estrictamente sexual, sino de algo que te complemente y maximice, incluso, sin llevarte a los riesgos (de salud y emocionales) que muchas veces el buscar otro compañero erótico nos puede generar. Es aquí cuando el momento ideal de buscar tu primer juguete sexual ¡ha llegado!
Ese momento no depende de la edad, ni de la experiencia sexual y erótica, simplemente llega cuando te preguntas si es buena idea tener un estimulador sexual a la mano, porque significa que tienes una idea clara de tu meta: tu placer sexual.
Ahora, ¿por qué debes regalarte tu primer juguete sexual? Porque tienes derecho a gozar y vivir de tu sexualidad como mejor lo disfrutes, y sobre todo, tienes derecho a conocer tu cuerpo y las bondades que éste te puede hacer sentir, así que no hay nadie mejor que tú misma para introducirte en las maravillas diversas del sexo y el placer.
Empecemos por el principio
Primero que nada, ya que pasaste la fase de la toma de decisión, te recomiendo que así, en modo “empoderada” te acerques a la información pertinente (como tip, puedes checar nuestra tienda en línea para ver y conocer las opciones para mujer con las que contamos, solo da clic aquí: www.CHERISH.mx).
En esa indagación, puedes ir pensando en cuál sería tu interés: puede ser desde explorar y maximizar tu propio placer, hasta algo que tal vez estés interesada en compartir con tu pareja.
Vale mucho la pena que revises, desde tu propia experiencia autoerótica (es decir, tus propias masturbaciones), qué es lo que más te gusta; si la estimulación de vulva y clítoris, si las penetraciones, si las sensaciones como de frecuencia y ritmo (como lo que te ofrecería un vibrador); o si gustas de explorar sensaciones combinadas. En fin, es tu decisión y si surge de tu autoconocimiento, sin duda te quedará “como anillo al dedo”.
Ahora, te recomiendo empezar poco a poco, para evitar que la experiencia, en lugar de ser algo agradable y disfrutable, se convierta en algo incómodo, frustrante y que te aleje por completo de este parque de diversiones.
Puedes, por ejemplo, empezar con un estimulador de clítoris, algo discreto pero muy placentero que te permita tener el control de las sensaciones por medio del nivel de vibración que desees.
Recuerda que el clítoris es el ejemplo vivo de que las mejores cosas de la vida vienen en empaques pequeños, así que no te olvides de él. Conócelo, enamórate de tu cuerpo y olvídate de la vergüenza, que en el sexo no hay cabida para eso. ¡Sé dueña de tu placer!